El sector de la posventa de automoción no solo garantiza que los vehículos sigan funcionando, también impulsa buena parte de la economía del país. Según datos de SERNAUTO, representa más del 10% del PIB nacional y genera el 12% del empleo en España, con unos 250.000 puestos de trabajo directos.
Las cifras hablan por sí solas: la industria de componentes y servicios de posventa factura al año en torno a 30.000 millones de euros, abarcando desde la fabricación hasta la reparación y el mantenimiento. Solo el canal de distribución, que agrupa a mayoristas y minoristas de recambios, neumáticos y accesorios, mueve alrededor de 16.000 millones de euros y emplea a unos 40.000 profesionales a través de más de 43.000 empresas y 3.000 puntos de venta, según ANCERA.
Pero el músculo de este sector va más allá de lo económico. La posventa es hoy un agente clave en la transformación del modelo de movilidad: invierte en digitalización, impulsa la sostenibilidad y reclama una renovación generacional urgente en los talleres.
