Mobility as a Service es un modelo que agrupa múltiples opciones de transporte urbano en una única aplicación, permitiendo planificar, reservar y pagar trayectos combinados de manera sencilla. Cuando hablamos de MaaS, su ecosistema suele incluir transporte público (bus, metro, tren), vehículos compartidos (coches, motos, bicicletas, patinetes,), los servicios de taxi o VTC y las opciones de micromovilidad. Además, ofrecen una experiencia personalizada, con tarifas integradas, rutas óptimas y tiempo real. En ciudades como Helsinki, Viena o Ámsterdam, ya funcionan con éxito y están cambiando hábitos de movilidad.

¿Cómo impacta el MaaS en el transporte urbano?
Este modelo reduce el uso del coche privado al facilitar el acceso a múltiples modos de transporte, el MaaS promueve una movilidad más sostenible y eficiente. Además, permite que los operadores pueden optimizar recursos gracias a los datos generados por las plataformas, mejorando frecuencias y cobertura, y aprovechando la infraestructura existente.
Por otro lado, los sistemas MaaS generan información clave para la planificación urbana: flujos de movilidad, horarios de mayor demanda, zonas con carencias... y facilitan al usuario el acceso al transporte público, ya que con una sola app, un solo pago, y todas las opciones de transporte disponibles, atrae a nuevos usuarios.
No obstante, el MaaS también se enfrenta a diferentes desafíos, como la interoperabilidad entre operadores, alcanzar un modelo de negocio sostenible, mejorar la protección de datos personales y crear un marco legal y de colaboración público-privada que contribuya a su desarrollo e implementación.
El futuro del MaaS en España
Ciudades como Barcelona, Madrid o Valencia ya están explorando modelos MaaS en sus estrategias de movilidad. Algunas iniciativas piloto ya han sido lanzadas, como RACC Trips o integraciones parciales dentro de apps de transporte público.
Además, la futura Ley de Movilidad Sostenible contempla el desarrollo de herramientas digitales de movilidad y fomenta la intermodalidad, lo que sentará las bases para una adopción más amplia del MaaS