La frenada regenerativa es una tecnología que se utiliza en vehículos eléctricos e híbridos para recuperar parte de la energía cinética que se disipa durante el proceso de frenado. Y los sistemas de gestión de energía, o EMS en sus siglas en inglés, desempeñan un papel crucial en la implementación y optimización de la frenada regenerativa.
Nos lo explican desde Sernauto a través de la iniciativa “Elige calidad, elige confianza” que reúne a una veintena de fabricantes de componentes. Los EMS aseguran que el vehículo eléctrico funcione de manera óptima, minimizando el consumo de energía. Esto implica la implementación de algoritmos inteligentes que supervisan y controlan la distribución de energía de manera óptima entre el tren motriz y los sistemas autónomos.
“Cuando un vehículo eléctrico frena, en lugar de utilizar solo los frenos mecánicos para disminuir la velocidad, el EMS dirige la energía generada durante el frenado de vuelta a la batería”, señalan desde ECEC, que explica que este proceso convierte la energía cinética en energía eléctrica, que puede ser almacenada y utilizada para alimentar el vehículo en lugar de disiparse como calor.
Los EMS monitorean y controlan diversos parámetros, como la velocidad del vehículo, el estado de carga de la batería, la demanda de potencia, entre otros; y utilizan esta información para determinar cuándo y cuánta energía regenerativa puede ser capturada sin comprometer la seguridad o el rendimiento del vehículo.
Además, ayudan a reducir el desgaste de los frenos mecánicos, ya que se utilizan con menos frecuencia. Esto puede resultar en un menor mantenimiento y una vida útil más prolongada de los componentes del sistema de frenos.